Desenvolverse en un entorno complejo como suele ser el mundo de las finanzas no resulta fácil para las personas que no tienen ningún tipo de formación específica en este campo. Si piensas dar un paso decisivo como montar una empresa, invertir o tus finanzas están en apuros complejos, quizá recurrir a expertos es lo más recomendable. La solución al problema se encontrará en la respuesta a esta pregunta: ¿a quién escoger, y para qué sirve cada tipo de gestor? Existen gremios y asociaciones que agrupan a profesionales relacionados con la gestión financiera y los negocios, y que ofrecen a los usuarios cierto grado de garantía sobre sus miembros. ¿Cuáles son?
Asesores
Recomendar las inversiones financieras que resulten más idóneas para cada inversor tras un análisis minucioso de productos y perfil del cliente. Es este el cometido de los asesores financieros, que pueden actuar individualmente o en empresas (las llamadas EAFI). Para ejercer, siempre tienen que ostentar una certificación acreditativa reconocida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
“El asesor financiero no se guía por intereses comerciales, como en la colocación de productos financieros que suelen hacer los bancos, sino que tiene en cuenta qué inversiones casan mejor con objetivos, plazos y necesidades del cliente”, afirma el presidente de los Asesores Financieros del Consejo General de Economistas (CGE), David Gassó. Esta corporación proporciona un listado de profesionales y empresas autorizadas para prestar asesoramiento financiero, lo que ayuda a no caer en la trampa de los chiringuitos financieros, fuentes inagotables de estafas.
Entre las actuaciones de los asesores financieros, Gassó destaca “la planificación de la jubilación y la creación de una cartera de inversión que genere ingresos periódicos como alternativa a un depósito, ahora que apenas se consigue obtener intereses bancarios por ello”
Planificadores
Cuando el asesor orienta al cliente a lo largo de toda su vida y adapta las estrategias y herramientas a sus diferentes circunstancias personales –como un divorcio, una sucesión, la jubilación o la financiación de la educación de sus hijos– se convierte en un planificador financiero.
“Todos nuestros miembros han tenido que aprobar unos exámenes exigentes que incluyen preguntas sobre materias tan distintas como fiscalidad, seguros, derecho, cálculos o ética”, explica el presidente de la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España (EFPA), Carlos Tusquets. “Todos los asesores tienen también que recertificar sus conocimientos con una periodicidad anual”, añade.
Su organización ofrece cuatro certificaciones que la CNMV incluyó el mes pasado entre los títulos acreditativos de la formación del personal de las entidades financieras: la certificación European Investment Assistant, el Certificado Europeo en Productos de Inversión, la certificación European Financial Advisor, y la de European Financial Planner.
Analistas
Si tradicionalmente se ha relacionado al analista financiero con el análisis de la Bolsa, este profesional ya puede especializarse en varias clases de activos o ser un estratega, es decir, un experto en estructuración y diversificación de las carteras de inversión. “El analista financiero es una parte fundamental de las tomas de decisión en la gestión del ahorro y la inversión, es el primer eslabón”, razona el secretario general del Instituto Español de Análisis Financiero, Javier Méndez. “Un ejemplo clásico es el analista que trabaja en una gestora de fondos, ayudando a los gestores a decidir si compran o venden un valor, aunque hoy en día, en muchas ocasiones, el analista es también gestor”, agrega.
Para ejercer de analista financiero en España no es necesario pertenecer a un colegio o asociación profesional. “Desde el Instituto no promovemos la afiliación obligatoria, pero sí nos gustaría tener capacidad de decisión en los aspectos ligados a la profesión”, admite Méndez, de tal manera estar colegiado “indicaría, en cierta forma, la presencia de un marchamo de calidad, rigor y control”.
De todas formas, existen dos grandes certificaciones para los analistas: el Certified European Financial Analyst, que gestiona la Federación de Institutos de Analistas Europeos, y el Chartered Financial Analyst, tramitado por la estadounidense CFA Society
Contables
¿El cometido de los profesionales de la contabilidad es solo cubrir las obligaciones a las que están sometidas las empresas en este ámbito? A esta pregunta el presidente de los contables del CGE, Francisco José Gracia, contesta por la negativa. “Estamos experimentando un cambio de paradigma, ahora en las pymes se nos pide también asesoramiento y consultoría”, relata. Los particulares también acuden a estos expertos, sobre todo para cumplir con sus deberes fiscales (por ejemplo, la declaración de la renta), y para dirimir controversias con la Administración o las entidades financieras, como en el caso de las preferentes y las cláusulas suelo.
También en el caso de los contables, “la ausencia de una reserva de actividad o de una acreditación específica conlleva el desempeño de nuestras labores por personas que ni siquiera han realizado estudios en este ámbito y, como consecuencia, una falta de reconocimiento de la profesión”, denuncia Gracia. El CGE, junto con el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, creó hace tres años el Registro de Expertos Contables, al que pueden inscribirse los profesionales que cumplan con determinados requisitos.
Pese a que la contabilidad releva más de las actividades empresariales, Gracia subraya que “desde los economistas contables insistimos en que una adecuada cultura financiera en la economía familiar es completamente necesaria para impedir o al menos mitigar su riesgo de fracaso”. Por ello, “ya desde la escuela, sería necesario que todos los estudiantes tuvieran unas nociones de economía básica", concluye.
Fuente: https://elpais.com/economia/2018/06/06/actualidad/1528295559_251499.html