La baja tasa de natalidad, el aumento de la esperanza de vida y la tardía incorporación de los jóvenes al mundo laboral, ponen en duda la sostenibilidad a largo plazo del actual sistema de pensiones. Los españoles pueden optar por buscar nuevas vías que les permitan organizar su futuro y garantizar su independencia financiera durante la jubilación. De manera que el ahorro privado complemente las pensiones públicas.

Sin ir más lejos, el saldo del Sistema de Seguridad Social arroja un déficit de casi 17.000 millones de euros en 2018, lo que implica una mejora respecto al año anterior pero que no sirve para cubrir este tremendo agujero. Ante la falta de certidumbre sobre las políticas que podrían resolver esta insostenible situación, los españoles pueden empezar a tomar medidas de forma autónoma. 

"Lo mejor que puede hacer una persona para garantizar su jubilación es organizarse su propio plan de retiro, e invertir en fondos de inversión globales y sectores alternativos en los que hasta ahora sólo habían podido acceder grandes capitales. Existen herramientas y tecnología que permiten a cualquier persona invertir en estos sectores", asegura Jorge Segura, CEO de Uncommon Finance.

1. Es mejor pensar en un plan de retiro que un plan de pensiones. El plan de pensiones no se puede recuperar en cualquier momento, salvo circunstancias muy excepcionales, y ofrece una rentabilidad del 2,1% con una comisión media que alcanza casi dicha cifra, por lo que es muy difícil ganar dinero y hacer crecer el patrimonio con planes de pensiones "estándar".

Solo hay una manera de construir un "plan de pensiones" pero muchas maneras de construir un "plan de retiro", con productos mejores, mayor oferta y más flexibilidad.

Los mejores productos, a nivel general, son los fondos de inversión indexados globales, de renta variable y renta fija. A partir de ahí se puede mejorar y personalizar, pero eso es un gran principio.

Cuanto antes empecemos a invertir mejor, el tiempo es una variable clave, si inviertes de manera global el tiempo va a tu favor porque a largo plazo siempre va a crecer.

2. Hay que mirar más allá de España. En todos los países del mundo existe una tendencia a invertir casi todo el patrimonio en empresas cotizadas del propio país.

Segura comenta que si "le ocurre esto a un estadounidense no es tan grave porque la importancia de su mercado en el mercado de capitales global es superior al 50%. Pero para los españoles sí lo es".

Los mercados financieros no entienden de fronteras. "La globalización y la tecnología hacen posible invertir en todo el mundo a costes mínimos en fondos de inversión excepcionalmente buenos". Hoy en día es posible gestionar todo el patrimonio desde el móvil y en tiempo real. El fácil acceso, el bajo coste de las transferencias, la posibilidad de hacerlas en tiempo real y las bajas barreras de entrada, ya que es posible invertir desde un euro, hacen que sea posible poner el foco en otros países. Por este motivo, Uncommon Finance recomienda invertir en el mundo y "abrir la mente".

 

3. Hay que confiar en la incertidumbre. Cuando se amplía el horizonte temporal los conceptos de riesgo e incertidumbre cambian y, en muchos casos, incluso se invierten. Es decir, hay que invertir pensando en el largo plazo porque, por ejemplo, algo que en estos momentos es seguro puede no serlo en unos años porque no da suficientes ingresos en un momento en el que ya no se trabaja.

Por ejemplo, hace unos años las empresas con tecnología en la nube y streaming ni existían. Sin embargo, en los últimos años han sido uno de los sectores que más rentabilidad han ofrecido.

Hay industrias completas que se transforman (música, cine), otras resurgen arrasando (videojuegos). Otros sectores aparentemente muertos reaparecen en formas nuevas tras periodos de crisis como el Crowdlending (algo tan simple como prestar dinero). Además, las leyes pueden cambiar y esto conlleva a oportunidades impresionantes, pero también a desastres sin vueltas atrás.

Si se invierte con sensatez y apertura será posible construir un plan de retiro controlado y flexible que ofrezca tranquilidad durante la jubilación.

4. Dejar de pensar en las ventajas fiscales y pensar en ventajas financieras. Las personas deciden dónde invertir su dinero para construir su plan de pensiones basándose, casi exclusivamente, en la "ventaja fiscal" o el beneficio obtenido del traslado fiscal por la deducción sobre la declaración de la renta.

Pero se suelen presentar dos problemas. Por un lado, la mayoría de los fondos de pensiones no son rentables si se tienen en cuenta las comisiones. La rentabilidad media de los fondos de pensiones en España en los últimos 15 años es del 2,11% y la comisión media de 1,6% e incluso algunos fondos cobran más comisión que la rentabilidad que se obtiene.

Por otro lado, la deducción sobre la cuota en la declaración de la renta se paga cuando se va disponiendo del plan, que es la época en la que se es más vulnerable financieramente en el sentido de que no hay opción de aumentar los ingresos. Es más razonable no deducir ahora pero no tener que pagarlo durante la jubilación.

5. Pensar en los años que quedan por trabajar y no tanto en los años cotizados.

El plan de retiro se va a construir en los próximos años y depende de uno mismo que crezca. Lo que se ha hecho hasta ahora a nivel público depende de un tercero que puede cambiar la Ley en cualquier momento y depende de toda una estructura poblacional con un problema irresoluble en sí mismo. Por tanto, hay que construir hacia adelante y no hacia atrás, es decir, no pensar solamente en los años cotizados, sino desarrollar un plan y llevarlo a cabo.

 

Fuente: https://www.eleconomista.es/economia/noticias/9803442/04/19/Cinco-vias-para-intentar-anticiparse-a-la-crisis-del-sistema-de-pensiones-en-Espana.html