Ni existe la suerte ni deberías ponerte a invertir sin pensarlo bien antes. Si quieres sacar rendimiento a tus ahorros, esto es lo que debes y no debes preguntarte antes de empezar.

Te proponemos un juego. Coge papel y bolígrafo o piensa mentalmente qué preguntas te harías si decides invertir tu dinero. Continúa leyendo y comprueba cuántas preguntas has acertado. No te preocupes si no das en el clavo, en estas cuestiones nos falta mucha educación financiera. 

¿Cuál es tu horizonte temporal de inversión?

Lo primero que te tienes que preguntar es sobre el tiempo del que dispones para invertir, es decir, tu horizonte temporal. Ello determina en qué activos deberías poner tu dinero. No es lo mismo afrontar un largo plazo de 30 años para ahorrar e invertir que un corto plazo de menos de un lustro. En el primer caso, uno puede asumir algo de riesgo y apostar por la renta variable (acciones), ya que el tiempo juega a favor del dinero. En este caso, hay margen para recuperarse de eventuales pérdidas y mayores posibilidades de comprar barato y el dinero crece de forma exponencial gracias al impacto del interés compuesto, por el que la inversión aumenta año tras año al acumular en el capital inicial la rentabilidad generada anualmente.

En cambio, en el caso del corto plazo, conviene ser más cauto para evitar y/o minimizar las pérdidas en el momento de venta, lo que obliga a destinar gran parte de la inversión a activos más seguros como la renta fija (deuda), en detrimento de la rentabilidad. “La renta variable es el activo más rentable a largo plazo, pero tenemos que ser conscientes de que es un activo que no genera rentabilidades positivas todos y cada uno de los años, por lo que hay que invertir con el suficiente horizonte temporal para poner el tiempo de nuestro parte”, afirma Gustavo Trillo, director comercial de la gestora independiente Bestinver. 

¿Para qué quieres invertir?

Vinculado con el plazo, también hay que plantearse el objetivo. Puede ser para contar con un buen colchón para disfrutar durante la edad dorada, para llevar a los hijos a una buena universidad extranjera, para una segunda vivienda, para dar la vuelta al mundo o para hacer frente a un imprevisto. Puede ser para lo que uno quiera, pero siempre tienen que ser metas alcanzables. Pretender sacar cuantiosos réditos a los ahorros para comprar un inmueble en un plazo de tres años no es realista, como tampoco llegar a la jubilación con 100.000 euros si solo invertimos 100 euros al año, aun teniendo toda la vida laboral por delante.

Un ahorrador que empieza a invertir en renta variable "aprende a entender que la volatilidad y las correcciones son el pago por la rentabilidad"

Sin embargo, la estadística demuestra que los ciudadanos no son conscientes de que para cumplir sueños ambiciosos solo ahorrando no es suficiente y que los plazos de inversión tienen que ser coherentes. Así, la renta variable apenas supera el 10% de la cartera del inversor medio, según Bestinver.

“Los ahorradores quieren alcanzar sus metas a base de mayor ahorro y no de mayor rentabilidad de lo ya ahorrado”, reconoce Trillo, quien señala que la experiencia es un grado y que un ahorrador que empieza a invertir en renta variable “aprende a entender que la volatilidad y las correcciones son el pago por la rentabilidad a largo plazo”. Es decir, que invertir a largo plazo implica el riesgo de sufrir fuertes variaciones temporales en los precios en el corto plazo.

 

 

Lo que nunca debes plantearte

Uno de los errores más frecuentes es preguntarse: ¿cuánto dinero tengo ahorrado para invertir? Existe una falsa creencia de que no se puede entrar en el mercado si no se tiene una cantidad mínima. Y lo cierto es que hoy se pueden hacer pequeñas aportaciones. Lo importante no es tanto la cantidad sino la periodicidad, ser constantes, tener una disciplina para generar el hábito del ahorro. Por ejemplo, si durante 30 años uno invirtiese todos los meses 50 euros en un producto de inversión con una rentabilidad media anual del 10%, acumularía algo más de 100.000 euros, cinco veces más de lo invertido.

Otra equivocación es preguntarse por el perfil de riesgo para determinar qué tipo de inversión es adecuada. Porque, como hemos visto, si uno dispone de tiempo por delante no debe preocuparse por la volatilidad de los mercados, ya que esta queda aplacada con el largo plazo. “La inversión es un problema de planteamiento numérico y, por lo tanto, con solución matemática. No puede influir el carácter de la persona a la hora de resolverlo”, aclara el directivo de la entidad independiente.

Y, por último, otro clásico error es tratar de averiguar si es un buen momentopara entrar en los mercados. Lo que desde la gestora se aconseja es no pretender ser más listos que el mercado intentando comprar justo cuando cae, e insiste en que es más importante establecer un sistema de aportaciones o suscripciones periódicas.

 

Fuente: https://www.elconfidencial.com/mercados/2019-04-01/ahorro-inversion-renta-fija-variable-bra_1905998/